La consulta con el psicólogo es una parte fundamental del proceso de cualquier operación de obesidad, ya que será este especialista quién valore el perfil del paciente, parte fundamental para la preparación quirúrgica de la persona que decide ser intervenida. Incluirá unos estudios sobre los antecedentes personales, psiquiátricos y sociales del paciente.
Otros aspectos que el psicólogo debe conocer son los motivos por los que quiere someterse a la cirugía, así como saber si la persona podrá afrontar la operación y las pautas posteriores de alimentación y ejercicios, que deberán ser realizados durante toda la vida.
Para ello, se elaboran unos test de psicometría, entrevistas personales, cuestionarios… con los que según la puntuación obtenida, el profesional puede comprobar si se está preparado o no.
También se analizará la posibilidad de tener adicciones o problemas mentales, que pueden incluso ser desconocidos para el paciente. Lo que se pretende saber en esta fase es si la persona que decide ser operada es apta y si será capaz de cumplir con los requisitos posteriores y lograr así el objetivo de mejorar su salud y nivel calidad de vida.
Un apoyo fundamental para el paciente es el de los familiares y el entorno más cercano, quienes tienen que ayudarle de manera emocional y física. La mayoría de los pacientes que cuentan con su familia superan esta operación de manera más satisfactoria que aquellos que no tienen esa base.
Se continúa esta fase con un estudio preoperatorio y después una terapia de actividades y acondicionamiento físico que explicaremos más adelante.