La obesidad, definida como un estado de exceso de grasa acumulada, es la enfermedad metabólica más prevalente del mundo occidental. En 2010 ya afecta a más del 10% de la población, con una incidencia en aumento de pacientes con IMC>40 kg/m2, siendo una de las causas fundamentales del incremento de la mortalidad en los países desarrollados.
De hecho, es el quinto factor de riesgo de mortalidad y la segunda causa de muerte evitable tras el consumo de tabaco. Se estima que es responsable de 2’8 millones de muertes/año.
Según distintos estudios, son atribuibles al sobrepeso y obesidad:
- 44% de los casos de diabetes
- 23% cardiopatías isquémicas
- 7-41% cánceres
Además, es responsable de problemas de fertilidad, problemas respiratorios y psicológicos en un elevado número de personas. Por tanto, constituye un problema importante de salud pública, tanto por su impacto negativo por las enfermedades asociadas y como por el coste sanitario derivado de la misma.