La obesidad es una enfermedad que afecta a la gran mayoría de las personas en el mundo con independencia del sexo, edad, raza, clase social y otros factores. La obesidad se produce por un exceso de grasa en el cuerpo, es decir, cuando el cuerpo tiene más calorías de las que necesita para subsistir. Estas calorías de más se acumulan en el cuerpo y provocan un exceso de peso. Esto no quiere decir que una persona que tenga un exceso de peso sea obesa.
Un persona padece de obesidad cuando excede por mucho el peso ideal. Existen diferentes formas de medir si una persona es obesa o solo tiene sobrepeso. Según el Índice de Masa Corporal (IMC) se considera que una persona es obesa cuando su índice (IMC) es superior a 30.
La obesidad es una enfermedad crónica, es decir que persiste en el tiempo y disminuye notoriamente la calidad de vida de quien la padece y le impide realizar determinadas actividades.. Un hombre o mujer que padece de obesidad no puede disminuir su grasa corporal de manera natural de un día para otro, por más que se lo proponga. Además, la obesidad también provoca un desajuste en el organismo, lo cual presenta otros problemas, riesgos y complicaciones.
La obesidad puede desatar enfermedades tales como:
- Diabetes
- Problemas cardiacos
- Insuficiencia renal
- Problemas de hipertensión
- Varices
- Infarto cerebral
- Como factor de riesgo para otra gran cantidad de enfermedades y problemas médicos.
Esta enfermedad no tiene una causa determinada sino que puede deberse a varios y diversos factores:
- Malos hábitos alimenticios y también al hecho de llevar una vida sedentaria (factores exógenos)
- Puede ser originada por otras enfermedades como por ejemplo problemas de tiroides (endógenos).
- También puede tener un fuerte componente hereditario y deberse a una predisposición genética del hombre o de la mujer.